UN USARIO PREGUNTÓ 👇
Mitos inventados que sean cortos?
ESTA ES LA MEJOR RESPUESTA 👇
Los superhéroes de la ciudad.
Érase una vez dos fantásticos amigos llamados Wil y Thor, estos eran los encargados de cuidar un pueblo llamado Tacalom y velar por la seguridad de las personas que estaban en la sociedad.
Anteriormente habÃa duendes que se encargaban de formar dificultades en el pueblo, por lo que Wil y Thor llegaron desde la ciudad más allá, con su llegada los pueblos legendarios junto con los duendes estaban creando una toma de control de la ciudad para eliminar a los superhéroes fantásticos sin embargo no pudieron. .
El 13 de marzo a las 4:15 am, toda la ciudad se llenó de duendes que se encargaron de buscar superhéroes con el fin de encantarlos para que ya no los encontraran en la sociedad. Cuando la ciudad estaba siendo destruida porque ningún duende encontró a Wil y Thor, aparecieron de la nada y junto con las hadas se encargaron de encerrar a todos los duendes para que la ciudad fuera feliz para siempre.
Los mitos son pequeñas narrativas que contienen historias imaginarias con héroes y personajes fantásticos, Cabe señalar que los seres que se encuentran en las narraciones son inventados pero la mayorÃa son reales.
Respuesta: La casa del sol y la luna.
Cuenta la leyenda que hace miles de años el Sol y la Luna se llevaban tan bien que un dÃa tomaron la decisión de vivir juntos. Construyeron una casa espaciosa, hermosa y muy cómoda, y comenzaron una vida tranquila juntos.
Un dÃa, el Sol le comentó a la Luna:
– HabÃa pensado en invitar a nuestro amigo el Océano. Nos conocemos desde el principio de los tiempos y me gustarÃa que vinieras a visitarnos. ¿Qué piensas?
– ¡Es una idea fantástica! Para que conozcas nuestra casa y pases una tarde con nosotros.
Al Sol le faltaba tiempo para ir en busca de su querido y admirado colega, con quien tanto habÃa compartido durante miles de años.
– ¡Hola! He venido a verte porque la Luna y quiero invitarte a nuestra casa.
– ¡Oh, muchas gracias amigo Sol! Les agradezco desde el fondo de mi corazón, pero me temo que eso no será posible.
– ¿No? ¿No quieres pasar un rato en buena compañÃa? Además, estoy seguro de que te encantará nuestra nueva casa ¡Si viste lo bonita que ha quedado! …
– No, no te preocupes, no es eso. El problema es mi talla. ¿Has notado? Soy tan grande que no cabe en ningún lado.
– ¡No te preocupes! Todo está unido por dentro porque no hay paredes, por lo que encajas perfectamente. ¡Ven, por favor, estamos muy emocionados! …
– Bueno, está bien … Mañana a primera hora pasaré a verte.
– ¡Excelente! Contamos contigo después del amanecer.
Al dÃa siguiente, Ocean se presentó a la hora acordada en la casa de sus buenos amigos. Lo cierto es que desde fuera la casa se veÃa realmente grande, pero aun asà le costaba entrar. TÃmidamente llamó a la puerta y el Sol y la Luna salieron a recibirlo. Ella, con una sonrisa de oreja a oreja, avanzó unos pasos.
– ¡Bienvenido a nuestra casa! Entra, no te quedes ahà afuera.
Abrieron la puerta de par en par y el océano comenzó a invadir el salón. En unos segundos, habÃa inundado la mitad de la casa. El Sol y la Luna tenÃan que salir hacia arriba, ya que el agua les llegaba hasta la cintura.
– ¡Creo que no voy a encajar! Será mejor que me dé la vuelta y me vaya, muchachos.
Pero la Luna insistió en que podÃa.
– ¡Ni lo pienses, hay suficiente espacio! ¡Entra, entra!
El océano siguió fluyendo y fluyendo hacia adentro. La casa era gigantesca, pero el océano lo era mucho más. En poco tiempo, el agua comenzó a fluir por puertas y ventanas, al mismo tiempo que llegaba al tragaluz del techo. Sus amigos siguieron subiendo mientras el agua lo cubrÃa todo. El océano se sintió bastante avergonzado.
– Te advertà que mi tamaño es enorme … ¿Quieres que siga pasando?
El Sol y la Luna siempre cumplieron su palabra: lo habÃan invitado y ahora no iban a dar marcha atrás.
– ¡Seguro amigo! Entra sin miedo.
El océano, finalmente, pasó por completo. La casa se llenó de tanta agua que el Sol y la Luna se vieron obligados a subir aún más para evitar ahogarse. Sin darse cuenta, llegaron al cielo.
La casa fue engullida por el océano y no quedó ni rastro de él. Desde el cielo, le gritaron a su buen amigo que le estaban regalando la inmensa tierra que habÃan ocupado. Ellos, por su parte, habÃan descubierto que el cielo era un lugar muy interesante porque habÃa muchos planetas y estrellas con los que tenÃan mucho en común. De mutuo acuerdo, decidieron quedarse allà para siempre.
Desde ese dÃa, el Océano ocupa gran parte de nuestro planeta y el Sol y la Luna vigilan todo desde el cielo.
Explicación: